domingo, 28 de noviembre de 2010

Posible legalización del sexo con adolescentes

  La comisión de la justicia aprobó el pasado martes el proyecto de ley que despenalizaría las relaciones sexuales con menores a partir de los 14 años, lo cual ha causado conmoción entre los padres de familia más conservadores y las entidades religiosas que hace algunos días protestaban por la posible repartición de preservativos en las escuelas públicas y hospitales.

Sin embargo, los que estarían muy contentos con el cambio son los menores que actualmente mantienen relaciones sexuales consentidas con sus parejas del mismo rango de edad.

Cabe recordar que la anterior versión de esta ley (que prohibía las relaciones sexuales entre adolescentes) no logró disminuir la tasa de embarazos como se tenía previsto y a demás fue contraproducente al aumentar notablemente el peligro de muerte entre las jóvenes embarazadas, quienes no acudían a ningún control natal con tal de salvar de la cárcel a sus parejas. 

Para los que aún no lo saben, los médicos están obligados a realizar la denuncia respectiva si encuentran alguna situación fuera de la ley en el historial de vida de sus pacientes.

La ley actual penaliza las relaciones sexuales entre adolescentes considerándolas un acto de violación. Esa –hasta ahora- era la manera de apoyar a las madres adolescentes: enviando al padre de la criatura a la cárcel y condenando a la nueva madre a cargar sola con su embarazo y posterior crianza, dependiendo de la pena impuesta.

En la aprobación de esta ley tenemos un nuevo proyecto de vida para los jóvenes desorientados al facilitarles el acceso a la información, protección y planificación familiar mediante campañas en las escuelas públicas.

Ignorar la realidad sexual de los adolescentes no es una solución inteligente, como tampoco lo es que los padres que están en desacuerdo con las parejas de sus hijos puedan valerse de una ley absurda para denunciar una violación donde no la hubo.

Pero OJO: No necesariamente un embarazo adolescente es producto de un relación consentida…  Por ello, otra de las modificaciones propuestas es el aumento de la pena de cárcel hasta en 25 años para quienes violen a menores de entre 14 y 18 años.

El tercer punto del dictamen (no por ello el menos importante) elimina también la ‘figura de la seducción’ para incorporar en el artículo 175º del Código Penal:

“El que mediante cualquier forma de engaño o valiéndose de una situación de superioridad por posición, cargo, o aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o realiza otros actos análogos a una persona entre 14 y menos de 18 años, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años”.

Esto quiere decir que las relaciones menor de edad-adulto seguirán siendo un delito siempre y cuando el mayor de edad se involucre con un adolescente valiéndose de engaños o de su grado de superioridad laboral, por ejemplo.


ODIOSAS COMPARACIONES

Las edades para la iniciación sexual del limeño promedio varían entre los 15 y los 20 años. Lo ideal, en todos los casos, es educar al adolescente para que entienda por sus propios medios que lo más conveniente es retrasar el inicio de las relaciones sexuales hasta una edad de madurez emocional. De esta manera también evitamos en gran medida las relaciones promiscuas, los embarazos no deseados y los posibles contagios de transmisión sexual.

En los países del primer mundo el promedio de edad para la iniciación sexual es 15 años, hasta menos. Si bien es cierto que esa edad es bastante menor que el promedio nuestro, su tasa de abortos adolescentes también lo es, de lejos. ¿Cómo lo lograron? Gracias al tipo de educación no represiva que imparten a los menores en sus hogares y colegios.

Un condón no hace verano, señores. 

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